[vc_row][vc_column][vc_single_image image=»2035″ img_size=»full» alignment=»center» style=»vc_box_shadow_border»][cz_gap height_mobile=»40px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][cz_title bline=»cz_line_after_title» shape=»text» id=»cz_89976″ shape_text=»Dra. Jacqueline Cadena» sk_shape=»font-size:20px;color:#e07655;font-family:’Montserrat’;font-weight:400;padding-bottom:45px;top:5px;» sk_overall=»background-position:center center;background-size:cover;» sk_lines=»background-color:#b47879;width:45px;height:3px;margin-bottom:8px;top:5px;» sk_shape_hover=»font-size:18px;» sk_h3_mobile=»font-size:34px;» sk_h3=»font-size:52px;»]

Enfermedades Renales

[/cz_title][cz_gap height=»30px» height_mobile=»30px»][cz_title text_center=»true» id=»cz_98357″ sk_overall=»font-size:17px;color:#734a41;text-align:justify;» sk_h2=»line-height:1.2;» sk_overall_mobile=»margin:0px;» cz_title=»»]Para el tratamiento de enfermedades renales se realiza mediante los controles de la tensión arterial si es alta, de las cifras de urea elevadas, del desequilibrio de sales minerales (sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio), de la acidosis y de la anemia. Las pruebas analíticas dan mucha información para caracterizar el origen y el grado de gravedad de la enfermedad renal.

 

La biopsia renal permite realizar un estudio microscópico que muchas veces es imprescindible. Las pruebas genéticas ofrecen también información muy relevante.

 

Tratamiento


Hay tres niveles diferentes de tratamiento:

  1. La especialista con la utilización de medicamentos u hormonas para suplir dichas funciones alteradas. Una dieta que genere poca urea o que contenga poco potasio, fármacos que controlan el exceso o defecto de sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio, o la presencia de acidosis. Y fármacos para tratar la anemia.
  2. Las medidas de depuración extrarrenal: la hemodiálisis (paso de la sangre por un circuito externo que realiza la depuración de las sustancias tóxicas por medio de un filtro adecuado), y la diálisis peritoneal en la que se instila una solución en la cavidad peritoneal del paciente, y al extraerla, se secuestran las sustancias tóxicas que normalmente aparecerían en la orina.
  3. El trasplante renal, de donante vivo o de donación cadavérica. En este caso el nuevo riñón suple la función de los riñones enfermos. La duración del injerto renal es variable y depende del control de los episodios de rechazo que se pueden producir, una vez efectuado el trasplante. Un paciente joven con insuficiencia renal puede necesitar más de un trasplante renal a lo largo de su vida, aunque la vida útil de los injertos mejora día a día con la aparición de nuevos fármacos inmunosupresores.

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